Esta semana pasada, la OCU, organizaci�n encargada de velar por los derechos de los consumidores y que suele denunciar casos de enga�os en el comercio, ha publicado un pol�mico estudio que pon�a en duda la efectividad de las cremas antiarrugas de gran consumo, generando un revuelo que podr�a afectar a las ventas de estos productos. Por otra parte, Stanpa, como representante institucional del sector cosm�tico, ha defendido el proceso de fabricaci�n y aprobaci�n de estas cremas y ha desvelado muchas incongruencias del estudio de la OCU, que anulan la veracidad de cualquier resultado publicado.

Si bien en este caso se han incluido unas pocas cremas de gran consumo y se ha demostrado el error del estudio, la semilla de la desconfianza ya se ha plantado entre los consumidores, y ese problema afecta al sector en su totalidad, ya que esa desconfianza se traslada a los salones de belleza. Ante este tipo de ataques al sector, la �nica salida pasa por la uni�n, la transparencia y la informaci�n sincera.

No nos cansaremos de repetir la importancia de mostrar un frente unido de todo el sector cosm�tico de cara a la sociedad, una labor que Stanpa ha realizado con eficiencia. Por otro lado, a nivel individual de cada empresa, ofrecer la m�xima cantidad de informaci�n a clientes y consumidores genera la confianza necesaria para luchar contra estos comentarios negativos, consiguiendo adem�s su fidelidad.

Tambi�n se ha demostrado con este incidente la necesidad de publicar m�s estudios sobre cosm�tica que sean accesibles a los consumidores. Con una pol�tica de conocimientos abiertos y estudios que reflejen las investigaciones realizadas m�s all� de las afirmaciones categ�ricas de la publicidad, se consigue que el consumidor pueda contrastar la informaci�n por s� mismo, evitando as� el inicio de rumorolog�a negativa.