Hace unos d�as apareci� la noticia de que Karl Lagerfeld se hab�a pasado al low cost, creando una l�nea femenina de piezas con precios entre los 70 y los 300 euros. La noticia sorprendi� bastante, ya que Lagerfeld, conocido por su gusto y costumbres elitistas, y colaborador de casas de moda como Chlo�, Fendi y Chanel, no ha sido nunca un dise�ador predispuesto a trabajar en dise�os �populares�.

Pero los tiempos est�n cambiando, y no al estilo del idealismo pol�tico de Bob Dylan, sino m�s profundamente, en el coraz�n mismo del sistema econ�mico mundial. El sistema capitalista que abanderaba Estados Unidos y la Uni�n Europea hace unos pocos a�os, parece hacer agua por todas partes, y observamos c�mo China, India, Brasil y otros pa�ses en desarrollo poseen m�s del 50% de las reservas mundiales. Las migraciones demogr�ficas en busca de trabajo tambi�n lo demuestra. En Espa�a, hemos pasado de ser receptores de inmigrantes en busca de oportunidades a ser emigrantes a pa�ses como Argentina o Brasil, donde existe mucha oferta de empleo. El mundo est� cambiando, sin duda. Tanto es as� que los bancos, garantes del poder econ�mico del sistema capitalista, ya no prestan dinero. Ahora son inmobiliarias desesperadas en busca de compradores de pisos.

Pero en el fondo, s�lo es esto: cambio. Produce miedo, como cualquier cambio, y m�s si va acompa�ado de una crisis a todos los niveles. Pero es precisamente en los momentos de crisis cuando hemos de encontrar la oportunidad. Es pura necesidad.

Lagerfeld ha apostado por adaptarse a las directrices del nuevo mercado, pero no es el �nico. De hecho, una de nuestras virtudes, como dijo Darwin, es nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios.

Hace unos d�as, en Barcelona, se entregaron los premios a la "Millor Botiga del M�n� (la mejor tienda del mundo), que premia a las tiendas de la Ciudad Condal que han conseguido una mejor iniciativa empresarial comercial. Este a�o se ha premiado a Santa Eul�lia, un establecimiento de alta costura con 168 a�os de existencia. El premio le ha sido entregado por saber renovarse completamente con grandes dosis de imaginaci�n, como por ejemplo dejar al descubierto al p�blico su taller con los sastres y patronistas trabajando. Durante la gala se recalc� el cambio de tendencias en el comercio, como el auge de las franquicias y de las tiendas de monomarca frente a las de multimarca, y los cambios en las cadenas de distribuci�n, dispuestas ahora a relacionarse directamente con el consumidor.

La crisis va para tan largo que parece que no quedar� nadie que no se adapte. Las pol�ticas de bajar precios parecen una soluci�n moment�nea, aunque pueden ser solo un parche. Se puede convertir en aquello de "pan para hoy y hambre para ma�ana". Nuestro sector, de momento, parece que sabe reorientarse ofreciendo al cliente nuevos servicios como salones de belleza integrales, concentrar diversos servicios de calidad en el mismo centro o aprovechar las nuevas tecnolog�as para aumentar el negocio.